si me regalas una sonrisa..

París, Londres, Alemania, Turquía... ¿Cual sería el mejor país para escapar? Raquel sabía que ninguno, viajara al lugar que fuera él la seguiría y es que no le es tan fácil borrar sus recuerdos. Mikael ha marcado mucho en ella. Él fue su primer y único amor.Todos esos momentos juntos vividos, están grabados en ella como si de fuego se tratase. Mika era lo mejor que tenía y según ella tendrá en esta vida. El peor golpe para ella, el día que realmente se architó su sonrisa fue en el que le tuvo que decir adiós ya que tenía que ir a otra ciudad para estudiar lo que a los padres les gustaba, derecho. "Tintin" acaba de recibir un whatsapp, *te espero a las cinco en el parque* no sabe quien es, no tiene el número guardado y de perfil.. De perfil hay una foto en la que sale "soy tu felicidad" ¿qué hago? ¿voy o no? Se pregunta, aunque sus pensamientos fueron interrumpidos por un "Tintin" otro mensaje de este número *no me falles o iré a buscarte* son las tres. Aún tiene tiempo *pasan los minutos, 4.30* se autoconvence para ir. Se cambia. Se pone unos vaqueros un poco rotos y rasguñados, una camiseta básica negra y encima una camisa con las mangas dobladas hasta los codos, la cual no abrocha. Raquel llega al parque, está algo perdida. Observa como un niño se acerca a ella sin decir nada. Le da una nota; el niño sale corriendo. Ella lee la nota en la que pone "camina 20 pasos en linea recta" ella confusa lo hace. En ese instante, un perro le deja en los pies una rosa que lleva un papel donde pone la siguiente indicación que tiene que cumplir. Lo hace. Un avión de papel le da, lo coge y pone "deja de tener miedo y disfruta el juego". Estos juegos a Raquel no le gustan, ella es demasiado tímida e insegura para esto pero aún así tenía la curiosidad de seguir adelante. Mientras mira y remira el avioncito escucha en su espalda un tono dulce que dice "si me regalas una sonrisa, te regalo el resto de mis días" el tiempo se detiene. Ella solo se gira para comprobar si es verdad, él la abraza, los pies de ella dejan de tocar el suelo. Finalmente un beso sella ese reencuentro entre Mika y Raquel.

Llegas a clase, te sientas sola, te giras y observas. Todos hablan, pero ¿alguien los escucha? Parece que conversan entre ellos pero.. ¿se enteran de qué va el tema? Entra la profesora, el silencio habla, las paredes escuchan, los ojos visualizan las manecillas del reloj. Último timbre, hora de volver a casa, sonries, conversas animada, gastas bromas, tus ojos brillan, pero sabes que en realidad nada es cierto, sabes que el brillo de tus ojos es un simple "os echo de menos".

allá vamos

Nervios, ilusión, euforia, Miedo. Todo eso te pasa por la mente en estos momentos. Estás temblando, piensas en echarte atrás. Te miras al espejo sonríes y decides seguir adelante, la hora se acerca, todo está preparado, solo falta un mensaje y todo empezará. Es tu primer finde fuera de casa sin tus padres y/o hermana, buff.. Mensaje recibido, baja, la aventura empieza.

Estar tumbada viendo las noticias y ver como hablan de esos pocos profesores que hay que saben enseñarte sobre su asignatura pero también son profesores de esa universidad llamada vida. Yo por suerte he tenido dos profesoras que han sabido llevarme por el camino del bien, una llegó cuando apenas estaba en 3° de Primaria y aunque su asignatura era música, a mi me ha enseñado mucho más y a día de hoy después de 7 años sin tenerla como profesora sigue ahí ayudandome y levantandome cuando me caigo. Y la otra llegó más tarde realmente hace 3años aunque la he tenido de profesora 2 de ellos. Esa chica, ha sabido hacer que la literatura fuera mucho más que la vida de unos autores. Ha hecho que la vida sea algo más que esos días que cada día vivimos. Sinceramente creo que sin ellas hoy no sería quien soy.

Un día más, un día menos

Miras el calendario, miércoles 9. Te queda un día para irte de viaje. Tienes miedo y nervios pero no sabes porque, preparas la maleta y te empieza a subir la ilusión, recuerdas como hace un año conociste a gente increíble y quieres revivir esa experiencia. Llega el jueves viajas, todo está conforme lo recordabas, la semana pasa rápido, estás llena de recuerdos, ilusiones. Todo es genial, bueno,no todo, llegan las clases, tienes ganas y lo sabes pero ¿todo será como antes? Llegas al aula, ves a tus amigos, ¿son ellos? Sí, físicamente son ellos, no te saludan, te sientes diferente, rara e incluso invisible. Sales de clase, como no, coges el movil, ves que los que se han acordado de ti, son ellos, esos que sí saben como alegrarte un día a pesar de que os separan cientos de kilómetros, sonríes y a su vez anhelas los momentos pasados con ellos. Los echas de menos y te recuerdan que ellos a ti también, un día más odias la distancia pero sabes que apesar de todo queda un día menos para volverlos a ver.

Un día, común, aburrido.. Te pones a dedicarle tiempo a tus redes sociales como cada día. Ves una foto de un niño pequeño leyendo en la calle, sonríes, te gusta verlo hasta que haces la foto en grande y lees lo que pone en ella. Te cambia la cara, tu sonrisa se da la vuelta e intentas aguantar tu impotencia. ¿No duele que la gente a la que le guste leer sean bichos raros? Vuelves a revisar la foto y recuerdas cuantos libros has leido, no solo los que te imponen en clase. Cuantas veces te han hecho sentir rara por tener un libro en las manos y en ese instante, justo ahí recuerdas cuando a principio de curso hasta tu profesora dijo que eras rara por amar la lectura. Y entonces vuelves a hacerte la misma pregunta de aquel día ¿Qué pasa por encontrar tu vía de escape entre letras, palabras, hojas...? ¿por qué eres tú la rara y no lo son ellos? Te duele ver que cada vez menos gente aprecia ese arte pero a la vez, sabes,que sigen habiendo incomprendidos como tú. 

 

Empieza algo nuevo..

Estás tumbada en tu cama, boca arriba, miras al techo, tu mente está en blanco o eso crees, entonces giras la cara hacia tu derecha. Te ves reflejada en el espejo que hay pegado en la puerta de tu armario y reflexionas. Esas personas con las que acabas de tener un pequeño enfrontonazo  son tus padres, esos con los que hoy, en este instante estás frustrada, dolida o incluso decepcionada. Un momento. Detente, y recapacita, el año que viene no será lo mismo, bachiller acaba, con él el instituto también. El año que viene dejas tu ciudad, no para siempre, pero sí por una temporada. Tus alas de una manera u otra tienen que empezar a volar por ellas mismas, asusta pensarlo pero... Quien no arriesga no gana