Marta busca doscientas mil palabras para definirse, nunca se había puesto en la situación de tener que encontrar una sola palabra que la describa. Su profesor de alemán se lo había mandado de tarea para casa a toda la clase. Necesita un adjetivo, simple, rotundo, que sin necesidad de explicaciones todos lo entiendan del mismo modo. Rara, tímida, fracasada, risueña... Ninguno da la talla. Necesita mostrar lo que nadie puede ver, eso es INVISIBLE. Desde que está en el nuevo instituto no habla con nadie, no tiene amigos... Su única fiel compañera es su sonrisa bien dibujada en aquella esquina. Los días van pasando para Marta. Sin quererlo algo está cambiando para ella, No sabe ni como ni cuando pero ahora ya no se sienta sola en clase, es más, hasta charla y conversa con los demás; tal vez no era tan malo como aparentaba y aunque le cueste admitirlo, Sí, le gusta ese cambio.
El profesor de alemán devuelve el folio donde cada uno había escrito su adjetivo. El folio de Marta está completamente tachado, el profesor la mira y le dice "Sé que nosotros podemos ser nuestro mejor amigo o nuestro peor enemigo, pero ante todo, Marta, tenemos que ser objetivos, así que no me sirve esta palabra, porque aunque a veces quisieras no eres invisible. Mañana espero un adjetivo que cumpla con lo que pedí, que os describa en una sola palabra", le sonríe y se va. Dentro de ella todo está cambiando. No solo las palabras del profesor le han hecho ver las cosas de otro modo, si no que, por fin ve luz, tiene un hilo de esperanza y bueno.. aunque decir que es feliz es demasiado, se puede decir que está bien realmente. Se siente animada, las cosas empiezan a sonreírle o lo que ocurre es que ella lo ve todo de diferente forma, ¿quién sabe? lo que sí se sabe es que volvió al día siguiente a entregar un folio con una palabra. Esta vez "Energética" era el adjetiva al cual el profesor le daba el visto bueno
