Llegas a clase, te sientas sola, te giras y observas. Todos hablan, pero ¿alguien los escucha? Parece que conversan entre ellos pero.. ¿se enteran de qué va el tema? Entra la profesora, el silencio habla, las paredes escuchan, los ojos visualizan las manecillas del reloj. Último timbre, hora de volver a casa, sonries, conversas animada, gastas bromas, tus ojos brillan, pero sabes que en realidad nada es cierto, sabes que el brillo de tus ojos es un simple "os echo de menos".

allá vamos

Nervios, ilusión, euforia, Miedo. Todo eso te pasa por la mente en estos momentos. Estás temblando, piensas en echarte atrás. Te miras al espejo sonríes y decides seguir adelante, la hora se acerca, todo está preparado, solo falta un mensaje y todo empezará. Es tu primer finde fuera de casa sin tus padres y/o hermana, buff.. Mensaje recibido, baja, la aventura empieza.

Estar tumbada viendo las noticias y ver como hablan de esos pocos profesores que hay que saben enseñarte sobre su asignatura pero también son profesores de esa universidad llamada vida. Yo por suerte he tenido dos profesoras que han sabido llevarme por el camino del bien, una llegó cuando apenas estaba en 3° de Primaria y aunque su asignatura era música, a mi me ha enseñado mucho más y a día de hoy después de 7 años sin tenerla como profesora sigue ahí ayudandome y levantandome cuando me caigo. Y la otra llegó más tarde realmente hace 3años aunque la he tenido de profesora 2 de ellos. Esa chica, ha sabido hacer que la literatura fuera mucho más que la vida de unos autores. Ha hecho que la vida sea algo más que esos días que cada día vivimos. Sinceramente creo que sin ellas hoy no sería quien soy.