martes, 18 de septiembre de 2012

El fin de mi alegría// capitulo 1

El día en el que Juliet acabó su carrera supe que se tendría que ir a otro país a trabajar porque aquí no hacen tantas series y películas. Ciertamente fue así me despertó un día para ser mas exacto el quince de Diciembre y me dijo pequeña ya pasado mañana me voy a México que me han contratado para grabar una película. Desilusionada por una parte porque se va pero a la vez ilusionada porque va a cumplir su sueño. Esos dos días los pase junto a ella a todo momento no me quería separar por el echo de que pronto dejaría de estar cerca suya por mucho mucho tiempo. El aeropuerto era enorme tenía una pista muy grande y muchísimos aviones junto a un ejército de policía. Este diecisiete de Diciembre cambiaría mi vida. No logré evitar las lagrimas cuando se subió a aquel avión. Ya era veinticuatro de diciembre este es el primer año que pasamos sin Juliet. Desde que se fue estoy en una habitación encerrada pensando en que hacer como distraerme sin mi hermana. ¡Sí!, ya se que tengo dos más pero ninguna me hace caso. (alguien llama a la puerta) -¿Quien estará llamando a esta hora? Pensé mientras me secaba las lagrimas de la mejilla. -Hija ya vamos ha cenar ¿ya estas arreglada? Ya han llegado tus primos, ¡no tardes! Exclamó mi madre. Cuando salí al salón no tenía ganas ni de saludar a nadie a pesar de que habían venido mis abuelos apropósito para verme. Vi allí mucha gente pero allí solo faltaba mi ángel de la guarda la que todos los años me ayudaba a adornar el árbol de navidad. -¿Carolina este año no vais a poner el árbol de navidad? Comentó mi tía sin malas intenciones. -¡no!, mi hermana este año no esta y el árbol no se montará exclamé yo enfurecida y con ganas de irme hasta México a por ella. Me fui corriendo a mi habitación para que nadie me viera llorar pero mi prima no lo dudó y vino hacia mí. Ella sabía que desde que Juliet se había ido yo apenas sonreía y ella me propuso salir allí fingiendo estar feliz para que nadie se preocupara, sabía que era inútil pero lo intenté. Ya estaban todos en la mesa solo faltábamos mi prima y yo. Aun no me acostumbro a ver esa silla vacía pensé. Al finalizar la cena fuimos todos a dar un paseo por el blanco y frío pueblo. Llegamos hasta la plaza donde estaban montando un concurso de villancicos al cual mis hermanas querían participar. -¿Vienes tu también? Me preguntaron -No, yo prefiero ir a casa a descansar -hija por mucho que te esfuerces, te encierres y quieras, los días no van a pasar antes. Dijo mi padre con intención de hacerme entrar en razón. A todo esto que me suena el móvil. Ver ese nombre en la pantalla de mi móvil fue.... -Juliet fue lo único que pude decir sin llorar. ¿Cómo estas? Te eché mucho de menos. No, no este año no monté el árbol (le respondí). ¿ya tienes que cortar? ¿tan rápido? esta bien Juliet, te prometo que lo haré por ti. Intente decirle con mi voz temblorosa por la emoción. Cuando llegué a casa me puse como loca buscando el árbol y los adornos, mi padre, patidifuso me dijo:``¿No decías que no ibas a montar el árbol?´´. -Sí, pero tengo que cumplir la promesa que le hice a Juliet. respondí mientras acababa de poner el espumillón. Menudo día me espera hoy seguro que tenemos que ir ha visitar a la tía Silvia y comer en su casa. Pensé mientras me vestía. -Hija abrigate más, que hoy esta nevando de nuevo. Me dijo mi padre mientras preparaba el desayuno. Enseguida fui a desayunar porque tenía mucho hambre. - ¡Qué animada te veo hoy Carolina!- Dijo mi hermana Sandra para averiguar el motivo -¿ya tienes algún novio y no nos lo has contado?-Dijo Jade para hacerme sonrojar y también para hacerme rabiar. -¡no!, no tengo novio, y sí, si estoy animada. Replique para que me dejaran tranquila -Bueno sera mejor que nos vallamos o llegaremos los últimos como siempre. El coche ya estaba en marcha pero a Jade se le había olvidado la cámara y quería hacernos fotos en la comida aunque realmente nos gastamos casi toda la batería en el coche. -Hola familia ¡hoy habéis sido los primeros! en llegar, chicas porque no pasáis y le decís a la prima cristina y al primo Raul que os den los regalos. Dijo mi tia mientras entrabamos por la puerta Al entrar a la habitación estaban allí esperándonos para darnos los regalos. El mio era el mas grande tal vez porque soy la mas pequeña o simplemente porque abultaba más.

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